INCONVENIENTES OSEOS
Según la Medicina Oriental, durante el invierno pueden
aparecer problemas de huesos. Se presenten o no, está es siempre la estación
indicada para prevenirlos.
Al erguirse, el ser humano liberó sus manos y las convirtió
en prensiles, es decir, con el pulgar opuesto a los otros dedos: instrumento en
sí mismo que le permitió tomar alimentos y descascararlos, por ejemplo. Esto
desarrolló su cerebro, posibilito así la aparición del lenguaje y la escritura.
Ningún otro órgano humano ha evolucionado con tanta rapidez. Al mismo tiempo,
la postura dejó expuestas las zonas más vulnerables del cuerpo.
Además el estar de pie, no es cosa fácil, pues requiere un
esfuerzo considerable con el gasto de energía correspondiente: una persona que
está de pie excesiva cantidad de horas termina desplomándose.
Esta verticalidad es la responsable de que en la mayoría de
las personas la pelvis contenga muchas tensiones que, como hemos visto, son de
origen diversos.: filogenético, moral, social, sexual. La moda de lucir glúteos
sobresalientes, hace que mucha gente padezca lordosis, es decir el resultado de
empujar las lumbares hacia adentro, provocando una exagerada curva en la
cintura con sus dolores correspondientes. Cuando logramos relajar esa zona, el
descanso se transmite inmediatamente a todo el cuerpo y la mejoría es rápida.
Para aliviar esa región, se comienza aflojando las rodillas.
LA OSTEOPOROSIS
Los huesos están permanentemente desechando y absorbiendo
calcio. El equilibrio entre lo que se desecha y lo que se absorbe suele ser
perfecto en la juventud, la masa ósea se
mantiene intacta. Con la edad se pierde densidad ósea. El cuerpo necesita
calcio para otras muchas funciones además de fortificar los huesos: el corazón
precisa para mantener su ritmo; la sangre, cuando debe coagular, el sistema
nervioso, para transmitir los mensajes. Si no hay suficiente calcio para estas
funciones, los huesos lo ceden a la sangre.
Las mujeres, tienen mayor riesgo que los hombres de perder
densidad ósea a causa de la pérdida de estrógenos durante la menopausia. De
todos modos, las jóvenes corredoras de maratón, las bailarinas, las gimnastas y
las que sufren de anorexia pueden padecer osteoporosis, por su baja cantidad de
grasa, los desequilibrios menstruales y el bajo nivel de estrógenos. Los niños
y los adolescentes en cuyas dietas se hayan incluido alimentos ricos en calcio
no suelen tener posteriormente osteoporosis.
La osteoporosis (huesos porosos) rara vez se presenta en
quienes practican yoga. Como tantas virtudes de esta antigua técnica, las
razones aún misteriosas. Es posible que uno de los motivos sea la oxigenación
que produce la respiración del yoga, pues como se sabe, el hierro y el oxígeno,
se combinan en los pulmones y viajan juntos en la sangre por todo el organismo.
Los cigarrillos, el alcohol y la cafeína son contraproducentes.
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