Arrodillados en el suelo, adelantamos la pierna izquierda, flexionando la rodilla y estirando el pie hacia adelante, apoyamos ambas manos al costado del pie.
Ajustamos la postura anclándonos, con la rodilla que esta en tierra ,y cuando encontramos el equilibrio, levantamos ambos brazos unidos por las palmas, imaginamos que alguién nos levanta desde las manos, relajamos para sentir , que la cadera cae más hacia el suelo.
Ya herguidos en esa posición, llevamos hacia atrás los brazos y la cabeza, expandiendo el pecho y aumentando la curva de la espalda. Dejamos caer la cabeza y estiramos el mentón, inspiramos para salir de la postura y realizarla con la pierna derecha.
Esta Asana es muy útil para alargar el psoas ilíaco. Con ella la energía fluye en dos direcciones, desde la espalda pasa por la cintura y continúa hacia el pie y por otro lado el estiramiento hacia arriba imparte energía a la parte superior.
AGRADEZCO A MIS ALUMNOS : MARIA INES, LAURA, LUISA, HILDA, VICENTA Y JORGE
QUE TAN PACIENTEMENTE COLABORARON EN ESTA PRACTICA.
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