INCLINACIONES HACIA ATRAS

Fundamentalmente estas posturas ayudan a mantener una columna flexible.
Con su práctica sentimos que se alinea la columna y que estimulamos la circulación de la energía por su canal principal (Sushuma). Destraban los bloqueos que se puedan encontrar, liberando las zonas estancadas. El plexo cardíaco se abre, el pecho se eleva y se expande.
El Camello (Ustrasana) es un buen ejemplo.
En esta postura, se activa el quinto Chakra (la garganta).
Arrodillados con las piernas en igual distancia que el ancho de caderas, estiramos el brazo derecho hacia atrás, llevamos las caderas hacia adelante, apoyamos la mano izquierda detrás de la cintura, y despacio llevamos esa mano hacia el pie izquierdo, hasta que la mano toque el talón, la mano derecha hace lo propio con el pie del mismo lado.
Una vez instalados en esa postura, mantenemos elevada la columna llevando los hombros hacia atrás y por último la cabeza.
Observamos con atención el estiramiento de los muslos, la apertura de la ingle, la elevación del toráx, estiramiento de la barbilla y trabajo de trapecios.
Luego de repetir tres veces, relajamos con postura del niño.
Las inclinaciones hacia atrás, apuestan a la valentía, ya que contrarrestan las posturas cotidianas, y a la fuerza de voluntad para mantenerlas. Y en la dificultad con la mente abierta, luchamos contra la pereza y la depresión. Nos permiten explorar zonas poco conocidas y nos obligan a dominar el miedo. Al alargar y abrir el vientre, estamos exponiendo nuestros órganos internos y nos sentimos también más vulnerables.
Siempre tener en cuenta en personas hipertensas, cardíacas, embarazadas, post-operados, lesiones lumbares, hernia de disco, la supervisión de un especialista y de autorizarlas, prácticas progresivas.

LA POSTURA DE LA LUNA CRECIENTE(Anjaneysana)

Arrodillados en el suelo, adelantamos la pierna izquierda, flexionando la rodilla y estirando el pie hacia adelante, apoyamos ambas manos al costado del pie.

Ajustamos la postura anclándonos, con la rodilla que esta en tierra ,y cuando encontramos el equilibrio, levantamos ambos brazos unidos por las palmas, imaginamos que alguién nos levanta desde las manos, relajamos para sentir , que la cadera cae más hacia el suelo.

Ya herguidos en esa posición, llevamos hacia atrás los brazos y la cabeza, expandiendo el pecho y aumentando la curva de la espalda. Dejamos caer la cabeza y estiramos el mentón, inspiramos para salir de la postura y realizarla con la pierna derecha.

Esta Asana es muy útil para alargar el psoas ilíaco. Con ella la energía fluye en dos direcciones, desde la espalda pasa por la cintura y continúa hacia el pie y por otro lado el estiramiento hacia arriba imparte energía a la parte superior.

AGRADEZCO A MIS ALUMNOS : MARIA INES, LAURA, LUISA, HILDA, VICENTA Y JORGE

QUE TAN PACIENTEMENTE COLABORARON EN ESTA PRACTICA.

LA POSTURA DEL TRIANGULO (Trikonasana)

Una de las versiones de esta postura, comienza con los pies más ancho que abertura de caderas, luego torcemos el pie derecho 15º aprox.hacia adentro y el izquierdo a 90ºhacia afuera.

Llevamos el isquión izquierdo hacia abajo, las caderas van hacia la derecha, estiramos de a poco la pierna izquierda y deslizamos por ella la mano de ese mismo lado, si podemos hasta el suelo. Levantamos la mano derecha y la miramos.

Dizfrutamos de los cinco ejes energéticos que tiene la postura, los dos brazos extendidos, las dos piernas hacia abajo y un quinto eje que va del coxis a la corinilla.

Se puede permanecer en la postura de 3 a 6 respiraciones y repetir con el lado derecho