Otoño es el dominio de Vata y es la razón por
la que nos podemos sentir muy susceptible a los cambios que se presentan en
esta época. Conociendo los atributos naturales de esta energía, podremos
darle una buena bienvenida al cambio estacional y aprovechar toda la belleza
del entorno.
Los días se van acortando. El calor ha
quedado atrás. Nuestra mente y nuestro cuerpo van sintiendo estos cambios. Por
lo que debemos tomar conciencia de nuestro vínculo y permanente interacción con
el entorno. Las transformaciones externas, sin lugar a dudas, nos afectan
interiormente. Uno de los
estímulos más importantes a los que estamos expuestos son las estaciones.
Ha
comenzado el otoño.
Si
nos tomamos unos minutos para conectar con el inicio de esta nueva etapa,
podremos percibir que existe una energía muy fuerte de transición, de cambio
constante. Después de la preponderancia
del elemento fuego, con su la luz brillante durante el verano, y de
la energía desplegada hacia el exterior, el otoño nos invita a caminar de
retorno hacia dentro, nos marca el inicio de un ciclo de vuelta personal hacia
nosotros, de un tiempo para observar el caer de las hojas de los árboles,
confirmación de impermanencia y de cíclico como características de la materia.
La naturaleza comienza a despojarse de sus formas externas: crecen las raíces
hacia dentro.
Todo
cambio de estación nos recuerda que el ciclo vuelve a comenzar, marcando un cambio
de rutinas, de alimentación, pidiéndonos que cuidemos nuestro cuerpo eliminando
toxinas, fortaleciéndolo, dándole un impulso a nuestro sistema
Para
el Ayurveda esta
es una estación de gran importancia porque marca un tiempo de transición, de cambio,
y de gran inestabilidad (visualicen el viento otoñal con su oscilación tan
característica, su vaivén, a veces suave, otras fuerte). Esta energía, que se
llama Vata, estará exacerbada durante este ciclo. Rige el
principio del movimiento, y sus elementos son el aire y el éter.
Podemos,
entonces decir que el otoño es una estación Vata, ya que ambos comparten
similares características: movimiento, inestabilidad, irregularidad,
ligereza, sequedad, frío. Por ello lo que necesita esta energía Vata para
no perder el equilibrio, es lo que nos pide nuestro cuerpo cuando comienza el
otoño: descansar más, comer y beber calentito, tener rutinas, respirar.
El
Otoño nos pide estabilidad
Durante
el ciclo otoñal, podremos tener cierta tendencia a comenzar muchas cosas a la
vez, y difícilmente terminar alguna, por ese dinamismo, ese aire, por la
inestabilidad propia del elemento.
A
nivel físico, podrán manifestarse alteraciones en el sueño y en el proceso
digestivo (gases, constipación), alergias, enfermedades que afectan al
aparato respiratorio (asma, rinitis, catarros, enfriamiento), lesiones
musculares como contracturas pueden ser en esta época más intensas debido al
cambio de la temperatura.
A
nivel mental, cuando hay un exceso de Vata, el movimiento no se detiene, y
menos aún se detendrá en la mente: play al murmullo mental incesante que
nos genera estrés, ansiedad, cambios de humor, intranquilidad, preocupación y
agitación y sobre todo nos aleja del presente.
Un
principio del Ayurveda sostiene que: “lo similar aumenta lo similar”,
entonces, al ser las cualidades del otoño similares a las cualidades de Vata,
para mantener el equilibrio interno, tenemos que incorporar en nuestra vida lo
que Vata no tiene, sus cualidades opuestas. Por ejemplo, si Vata se caracteriza
por la inestabilidad y la volatilidad, tendremos que conformar y sostener rutinas
que nos hagan estar presentes con los pies bien anclados en la tierra.
Consejos desde la práctica de Yoga para equilibrar
nuestro aire interno
A
través del Yoga,
ampliamos nuestro conocimiento interior, y nos ayuda a detectar esos cambios y
a aceptarlos.
- Organizar dentro de nuestra rutina el espacio necesario para la
práctica de Yoga será indispensable para enraizar y estar equilibrados
durante esta estación. Recuerden que estará en el “aire” la energía
tendiente a desequilibrarnos, ante los estímulos del entorno, nos
contraemos, apretamos, nos contracturamos, y nuestra columna y
articulaciones lo sentirán fácilmente. Necesitaremos profundizar
sobre nuestra respiración, ya que ayudará a prepararnos para la
introspección a la que nos lleva el otoño.
- Es una temporada para dedicarle tiempo a los procesos
creativos, al canto de mantras,
a la pintura, la danza.
- Sostener horarios fijos para las comidas favorecerá
evitar problemas digestivos frecuentes en esta época: gases y
estreñimiento.
- Es indispensable la meditación,
actividades tranquilas, relajación, paseos, escuchar música, descanso,
mucha calma, para no agotar la energía física y mental en esfuerzos
excesivos.