Porqué la estimulación prenatal:
Tomar parte activa en el embarazo, vinculándote afectivamente a tu hijo
antes de nacer y consiguiendo que él llegue al mundo con la máxima capacidad
neuronal. En esto consiste la llamada estimulación prenatal, un sistema que
aprovecha las posibilidades reales de comunicación que existen entre tu futuro
hijo y tú desde el seno materno.
El pequeño que llevas en tu interior es mucho más que un ser pasivo en
formación. Gracias a los avances en los sistemas de diagnóstico prenatal y,
especialmente, al perfeccionamiento de las ecografías, se ha podido observar la
increíble capacidad sensitiva que va logrando el feto a medida que evoluciona
el embarazo. Se ha comprobado cómo reacciona
ante una luz intensa, se sobresalta ante un sonido fuerte o siente como suaves
masajes las diferentes presiones en el útero… Y si existen esas capacidades ¿por qué no aprovecharlas desde el
momento en que aparecen?
Pero es que, además, alrededor del octavo mes de embarazo, el bebé
cuenta con entre dos y tres veces más neuronas que cualquier adulto pueda tener.
Sin embargo, durante el último mes antes del parto, la mitad de estas habrán muerto
y seguirán haciéndolo, aunque a un ritmo menor, durante los siguientes años de
infancia. Este proceso de destrucción natural se produce porque estas células
nerviosas no han establecido conexiones entre sí y una célula aislada, que no
se utiliza, termina por desaparecer. Y es que para que estas conexiones
entre neuronas se produzcan es necesario un estímulo.
La estimulación prenatal pretende frenar este proceso y proporcionar los
estímulos necesarios para que las neuronas establezcan conexiones sinápticas;
en definitiva, intenta que el feto no pierda materia gris del cerebro.
Tecnicas de estímulo
Habla con él
La mamá debe tomar conciencia de la
presencia de su hijo en su vientre como una persona a la que le puede contar
todo lo que realiza, hablándole y narrándole todas tus actividades.
Cuando tengas definido su nombre utilízalo frecuentemente.
En esta etapa, el padre se debe preocupar
por realizar las mismas actividades que la madre para estimular al bebé y
fortalecer el lazo afectivo con él.
Una buena forma de estimular al bebé es
cantar canciones de cuna y leer cuentos, así, se acostumbrará al timbre de voz
y se calmará con mayor facilidad en aquellos momentos de llanto
inexplicable. Trata de realizar esta actividad en forma rutinaria todos
los días a la misma hora. Esto permitirá sentar las pautas para
establecer la rutina del bebé una vez nacido.
Las mejores melodías son aquellas
delicadas como las de naturaleza y clásica –Mozart- porque son suaves y
relajantes. Pero si este tipo de música no resulta agradable a la mamá,
puede elegir la que resulte de su gusto, pero con volumen moderado.
Además, una buena opción para estimular el
sentido auditivo es jugar con el bebé produciendo ruidos suaves con sonajeros u
otros juguetes cerca del vientre.
Acarícialo
Aunque no lo creas, al tocar la panza tu
bebé percibe que lo estás acariciando y le transmites una sensación agradable
además de sentirse querido.
Estimula su visión
Descúbrete la panza y colócate al
sol o cerca de una fuente de luz o una linterna durante 30 segundos y luego
tápala. Repite esta acción varia veces para dar la sensación de
luz-oscuridad.
Relájate e imagina
Escoge una postura cómoda, de preferencia
con la panza descubierta, a una temperatura agradable, con luz y música suave,
en un ambiente distendido. Puedes estirarte sobre la cama, un sillón o
cualquier lugar donde te sientas bien. Una vez que se está confortable, cierra
los ojos, acaricia a tu bebé en forma circular. Si el bebé está
inquieto, se continúa con los masajes hasta que se tranquilice. Cuando
estás relajada, háblale y cuéntale lo que sientes por su llegada, de los
temores, ansiedades y, sobre todo, de cuanto lo amas.
Imagina a tu bebé abrigado y
sonriendo. Puedes visualizarlo en tus brazos, sintiendo los latidos de tu
corazón que lo arrullan y calman. Termina este momento de relajación
despidiéndote de tu bebé y poco a poco comienza a mover brazos y piernas y por
último abre los ojos
Las técnicas de relajación mejorarán la
ansiedad que se vive durante el embarazo, y te permitirán fortalecer fortalece
el vínculo de apego con tu bebé.