ALIVIO PARA EL COLON IRRITABLE
Cuando hay un familiar con algún inconveniente en su salud,
uno piensa en forma continúa, como poder aliviar su condición, así me
interioricé en el síndrome del colon irritable, pensando que el Yoga aportaría
notables beneficios.
Información general sobre este síndrome.
Antes se lo conocía como síndrome de colon espástico, es un
problema intestinal de origen desconocido, aunque el estrés parece ser un
factor destacado. Sus síntomas suelen ser diarrea, estreñimiento, ó ambas cosas,
así como sensación de hinchazón y calambres. Los síntomas son de moderados a
graves y pueden ser intermitentes- y manifestarse, por ejemplo, sólo en épocas
de mucho estrés- o casi constantes. Aunque es molesto y a veces doloroso, no
provoca daños permanentes en el cuerpo. Algunas personas creen que una
infección intestinal anterior, pude facilitar el desarrollo del síndrome, pero
los científicos no han llegado a una conclusión definitiva en este aspecto. En
este síndrome no hay sangre en las heces, ni fiebre, ni escalofríos, ni pérdida
de peso. La presencia de cualquiera de estos síntomas señala que hay que acudir
al médico.
Hay intolerancia a la lactosa en ciertos individuos
(sensibilidad al azúcar natural de la leche) o el gluten pueden causar diarrea
e hinchazón también, si notas estos síntomas digestivos después de consumir
productos lácteos o alimentos ricos en gluten como el pan o la pasta, asegúrate
de consultar al médico.
Cómo funciona el Yoga?
El sutil funcionamiento de la digestión depende de la acción
del sistema nervioso autónomo (involuntario), especialmente de la rama parasimpática,
asociada con la relajación y la restauración.
El estrés activa el
lado simpático, el sistema de luchar o correr, que puede interferir en el funcionamiento
de los intestinos.
Se sabe que el ejercicio disminuye el nivel de estrés.
Existen posturas específicas del Yoga, que pueden ofrecer ayuda a muchos de los
síntomas del colon irritable. Por ejemplo las personas con estreñimiento suelen
obtener amplios beneficios con estiramientos, rotaciones suaves, y si están en
condiciones con posturas más enérgicas, como el saludo al Sol y las
inversiones.
El estrés puede
provocar tanto estreñimiento como diarrea, así como calambres e hinchazón. Diversas
asanas así como ejercicios respiratorios diseñados para calmar el sistema
nervioso simpático y equilibrar la parte parasimpático de restauración, pueden
facilitar la función intestinal.
La meditación también puede ayudar, incluso en situaciones
que no se puede eliminar el estrés. La meditación, nos puede ayudar a separar
los síntomas de los pensamientos y las preocupaciones respecto de ellos.
El estudio de uno mismo, también es parte importante de la
mejoría, puede contribuir a descubrir que nos estresa, y si hay conexión entre
esto, y nuestros síntomas. También implica buscar el vínculo entre los
alimentos que consumimos y como nos hacen sentir. Si sabes que ciertos
alimentos no te sientan bien, pero decides tomarlos de todos modos el yoga
sugiere que descubras por qué lo haces.
Si estudias como comes y descubres que lo haces muy rápidamente,
esto puede favorecer a la entrada de aire, lo cual incorpora gases e hinchazón.
Si se mastica bien la comida, colabora a tener una digestión más fácil.
Otra pauta en la que centrar la atención es la relación que
tenemos con las cosas de la vida.
Si se elige el camino del Yoga, es casi inevitable hacer
cambios para mejorar nuestra vida. Y cuando aparece la calma, es más fácil
comer de manera saludable, dedicarle tiempo a la relajación y escuchar nuestro
interior.
Las pruebas científicas
Según Michael Lee que realizó investigaciones minuciosas,
cuenta que un pequeño estudio aleatorio con un grupo control, realizado en el
Instituto de la India
de Ciencias Médicas de Delhi, se compararon los efectos de las asanas y
pranayamas del yoga con el tratamiento con el medicamento para la diarrea
loperamida en 22 varones con síndrome de colon irritable en que predominaba la
diarrea. Tanto el Yoga como el medicamento, demostraron su efectividad a la hora
de reducir los síntomas intestinales, así como los niveles de ansiedad al final
del estudio de dos meses. El Yoga sin embargo, mostró efectos beneficiosos
adicionales, cambiando el equilibrio del sistema nervioso autónomo hacia la
parte parasimpático y, por este motivo, se reveló como más efectivo que la
medicina.
La respuesta a la relajación, una técnica desarrollada por
el Dr. Herbert Benson basándose en la meditación con mantras del yoga, probó su
efectividad, a la hora de reducir síntomas en un experimento aleatorio, con
grupo control realizado en la Universidad del Estado
de Nueva York en Albany. Trece pacientes completaron un entrenamiento de seis
semanas, en respuestas a la relajación y se les pidió que practicaran 15
minutos dos veces al día.. Al pasar las seis semanas, el grupo de meditación
experimentó un mayor alivio que los individuos del grupo control, que
permanecieron en una lista de espera para el tratamiento y notaron mejoras en
los gases. Tres meses después, el grupo de meditación también sentía mejoras en
la hinchazón y diarrea. Cuando se examinó a diez de los 13 pacientes originales
un año después del comienzo del programa, mostraron significativas reducciones
adicionales del dolor e hinchazón, los síntomas del colon irritable que los
autores consideraban más molestos.
Asanas recomendables
Postura de la media luna
Ponte de pie, alza los brazos por encima de la cabeza y
apunta hacia arriba con los dedos, estira los índices y entrelazando los demás
dedos. Inspira lentamente y luego exhalando estira los brazos hacia la derecha,
estirando el lado izquierdo del cuerpo. Ajusta si es necesario, mantén la
posición tres respiraciones y pasa a
realizarlo del lado contrario.
Flexión hacia delante de pie
Con los pies alineados con las caderas, pasa las manos por
detrás de tu espalda y junta las palmas, con los dedos mirando hacia arriba.
Junta los omóplatos y exhalando inclínate hacia delante desde las caderas. Deja
que la cabeza cuelgue, permanece en la postura tres respiraciones, luego elévate
lentamente inspirando y desarma la postura.
Extensión hacia atrás de pie.
De pie, coloca los puños a los lados de la parte inferior de
la espalda, mira hacia arriba sacando un poquito la pelvis hacia adelante y lleva
atrás la cabeza, cuidado si padeces de las cervicales. Siente la expansión del
pecho, permanece en la postura tres respiraciones, inspira para desarmarla
lentamente exhalando.
Flexión hacia delante de pie.
De pie, suelta los brazos y todo el cuerpo hacia delante, relájate
y exhala, libera brazos y parte superior del cuerpo, deja caer el peso de la
cabeza, flexiona un poco las piernas por las rodillas, inspira y exhala
profunda y lentamente permanece así tres respiraciones y luego incorpórate
lentamente, inspirando.
Postura de la langosta.
Acostado boca abajo con los brazos estirados por delante de
la cabeza, estira el cuerpo, las piernas y mientras inspiras eleva brazos y
piernas simultáneamente, mantente en la postura con tu respiración abdominal,
también tres respiraciones, exhalando relaja tu cuerpo y vuelve al piso.
Postura de la cobra.
Boca abajo en el piso, con la cabeza mirando el suelo, pon
las palmas de las manos bajo los hombros, con los codos pegados a los lados de
tu cuerpo, empuja con la pelvis el suelo, y levanta la cabeza en la
inspiración, mirando hacia delante. Inspira un poco más profundo y levanta y
poco más el pecho del suelo. Mantén la postura tres respiraciones, sin elevar
el ombligo del suelo, para dejar la postura, exhala y baja el tronco
lentamente.
Flexión sentado con rodillas al pecho
Comienzo de la postura, recostado boca arriba, junta las
rodillas con el pecho exhalando y tomando las piernas con los brazos,
acercándolos más al pecho mientras te sientas, permanece en la postura tres
respiraciones y desarma exhalando lentamente.
Comienza sentado con las piernas estiradas por delante de
ti, flexiona la pierna izquierda y apoya la planta del pie en el piso, sostén
la pierna doblada con ambos brazos, inspira y exhalando lleva la barbilla hacia
la rodilla, inclinando la cabeza hacia abajo, mantén la postura tres
respiraciones, exhalando desarma lentamente y repite la acción con la pierna
derecha.
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