EL CAMELLO
Realización:
El camello es una postura de trabajo hacia atrás.
Piernas: Pies y rodillas a distancia de
caderas, con empeines estirados.
Cadera: Desde sentados en
los talones, subimos el cuerpo hasta que la rodilla y la cadera estén verticales
con respecto al suelo. Desde ahí, iniciamos la retroversión de cadera para
iniciar el movimiento de la espalda hacia atrás y abajo. En este movimiento se
activará el glúteo, el cuadrado lumbar, el iliocostal, los erectores de
espalda, trapecio y los romboides.
Brazos: Las manos buscarán los talones, esto
hará que tengamos que tensar un poco más los romboides y el trapecio, los
cuales, ayudarán a que los codos se acerquen uno a otro, facilitando así la
posición. El tríceps se activará para estirar el brazo y los tensores del brazo
también participarán.
Cabeza: La cabeza es el último eslabón de este
ásana, la cual, dejaremos caer suavemente hasta donde podamos.
Tiempo: 30 segundos.
Beneficios de
la postura Esta postura de trabajo hacia atrás es muy buena para estirar la parte frontal de cuerpo, desde la rodilla (cuádriceps, psoas iliaco, recto abdominal, pectoral, y músculos del cuello).
En ella debemos cuidar la zona lumbar, la cual, recibe un bostezo vertebral hacia delante importante. Su incidencia en la zona inguinal es igualmente intensa y el cuello es expuesto a un intenso estiramiento que igualmente tendremos que moderar e ir aumentando con la práctica. El cuello es una zona muy dinámica, pero también muy sensible.
Por último diremos que es una ásana que expande el pecho y mejora el funcionamiento de los pulmones y el corazón.
Recuerda deshacer la posición suavemente y observar los efectos
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